martes, 27 de diciembre de 2022

lunes, 22 de julio de 2019






Oscar Nóbregas 


“Por un mundo donde la riqueza se mida por los libros que has leído y las personas que has amado.

sábado, 30 de julio de 2016




No deberías envidiar ni despreciar a otros por ser distintos, ni  debes preguntarte si tu naturaleza es o no correcta; sino aceptar tu alma y tus necesidades como aceptas tu cuerpo, tu origen... como algo dado, inevitable, a lo que hay que asentir y defender, aunque todo el mundo esté en contra.”


Hermann Hesse

jueves, 12 de junio de 2014





La literatura está hecha por hombres que sufren, gozan, viven y mueren en un mundo que unas veces los desprecia y otras los encumbra.
Todo lo que abarca la literatura se concentra en la figura del escritor como espejo de su tiempo y de sí mismo.

El escritor puede convertirse en un dios capaz de crear de la nada seres inmortales; seres que con el tiempo acaban siendo más reales que los propios autores.
Hay imágenes en los escondrijos de los libros que existen más nítidamente que muchos hombres y mujeres.
 
El escritor bebe y vive de las palabras, las intuye… las acaricia… las rodea y las embauca hasta hacerlas suyas…
El escritor puede vender su alma al diablo por una frase perfecta.

El escritor se desnuda, se disfraza, se transmuta, se entrega, se desgarra el alma en jirones por recrear una escena.
Escribir le hace sentirse libre porque puede dirigir el destino... hasta que los personajes se rebelan y deciden seguir sus propios derroteros sin que pueda hacer nada por impedirlo.
Ése es el milagro de la literatura.

Pero, viendo todo lo que sucede día a día en el mundo, ¿merece la pena escribir? ¿Acaso es un esfuerzo inútil? Sin duda que no.
Escribir historias ayuda a hacer mejores a los demás y puede cambiar la vida de las personas. 

Un libro abierto es una mente que habla. 
Un libro cerrado es un amigo que espera.



Bajo la sombra del yinkgo biloba...





Oscar Nóbregas es un escritor lunático donde los haya. Vanguardista, comprometido, camaleónico... Sin duda, refleja el estigma de Caín en toda su obra. Sus influencias van desde Hermann Hesse, Kafka, Dostoyevski, Nietzsche, Camus, Sartre o Pessoa; pasando por Voltaire, Rousseau, Diderot, Goethe, Shakespeare, Allan Poe, Quevedo, Cervantes... aunque él huye de cualquier etiqueta que le pueda encorsetar en un único estilo literario.




Para Oscar Nóbregas, escribir es como una catarsis, un desahogo; una manera de vomitar sentimientos, de desplegar alas en la mente, de compartir ideas con el lector, de sugerir paisajes surrealistas, de proponer quimeras imposibles... En definitiva, de comunicarse con los demás por medio del lenguaje escrito.








En el Cabo del Fin del Mundo, donde en tiempos antiguos el sol se hundía tragado por el abismo... 
Oscar Nóbregas - Cabo de Finisterre 
















Oscar Nóbregas Manrique nació en Madrid.
Desde los 25 años se dedica plenamente al mundo de la literatura. Colabora en diversas revistas literarias, así como en programas radiofónicos dedicados a las letras y a la música, tareas que compagina con su afición por la fotografía artística.


Con su novela Retazos de un Bastardo ha conseguido un éxito sin precedentes en los círculos literarios vanguardistas, que le han aupado a una situación de privilegio en el mundo de las letras, por lo arriesgado e innovador de su proyecto. Retazos de un Bastardo es para muchos la obra literaria más original de los últimos años.


Oscar Nóbregas también ha escrito otros libros:
Efluvios Metafísicos (un estudio sobre sexo, droga y rock and roll), El Beso de la Esfinge (novela erótica ambientada en Madrid) y Bajo la Sombra del Yinkgo Biloba (once relatos cargados de sensibilidad e imaginación).
Tiene en proyecto un quinto libro: El Susurro del Cárabo, novela histórica basada en una leyenda rusa del siglo XIX.













Sin el arte la vida sería un desierto árido imposible de atravesar.”


Oscar Nóbregas















...... 35.000 años te contemplan ......










¿Hacia dónde camina el hombre?



Abre los ojos: somos el cuerpo.
 Cierra los ojos: somos espíritu.










Esto es poesía...






 ANDA



Anda, quítate el vestido las flores y las trampas, ponte la desnuda violencia que recatas y ven a mis brazos, dejemos los datos, seamos un cuerpo enamorado.

Anda, deja que descubra los montes de tu mapa, la concupiscencia secreta de tu alma y ven a mis brazos, dejemos los datos, seamos un cuerpo enamorado.


Anda, pídeme que viole las leyes que te encarnan, que no quede intacto ni un poro en la batalla, y ven a mis brazos, dejemos los datos, seamos un cuerpo enamorado.

 Anda, dime lo que sientes, no temas si me mata, que yo sólo entiendo tus labios como espadas, y ven a mis brazos, dejemos los datos,
seamos un cuerpo enamorado.


Aute


















 Fotógrafo: Oscar Nóbregas  -  Modelo: Natascha



DENTRO


A veces recuerdo tu imagen
desnuda en la noche vacía,
tu cuerpo sin peso se abre
y abrazo mi propia mentira.

Así me reanuda la sangre
tensando la carne dormida,
mis dedos aprietan, amantes,
un hondo compás de caricias.

Dentro
me quemo por ti,
me vierto sin ti
y nace un muerto.

Mi mano ahuyentó soledades
tomando tu forma precisa,
la piel que te hice en el aire
recibe un temblor de semilla.

Un quieto cansancio me esparce,
tu imagen se borra enseguida,
me llena una ausencia de hambre
y un dulce calor de saliva.

Dentro
me quemo por ti,
me vierto sin ti
y nace un muerto.


Aute


 


 Fotógrafo: Oscar Nóbregas  -  Modelo: Natascha
















OJALÁ


Ojalá que las hojas no te toquen
el cuerpo cuando caigan,
para que no las puedas convertir en cristal.

Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo,
ojalá que la luna pueda salir sin ti.

Ojalá que la tierra no te bese los pasos.

Ojalá se te acabé la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.

Ojalá pase algo que te borre de pronto:

una luz cegadora, un disparo de nieve,
ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre

en todos los segundos, en todas las visiones,
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.


Ojalá que la aurora no dé gritos
que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.

Ojalá las paredes no retengan tu ruido
de camino cansado.

Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.


Silvio Rodríguez
























Y NADA MÁS


Esta extraña tarde desde mi ventana
trae la brisa vieja de por la mañana.


No hay nada aquí
sólo unos días que se aprestan a pasar,
sólo una tarde en que se puede respirar,
un diminuto instante inmenso en el vivir,
después mirar la realidad y nada más,
y nada más...

Ahora me parece que hubiera vivido
un caudal de siglos por viejos caminos...

No hay nada aquí
sólo unos días que se aprestan a pasar,
sólo una tarde en que se puede respirar,
un diminuto instante inmenso en el vivir,
después mirar la realidad y nada más,
y nada más.



Silvio Rodríguez















RABO DE NUBE


Si me dijeran: pide un deseo,
preferiría un rabo de nube,
un torbellino en el suelo
y una gran ira que sube,
un barredor de tristezas,
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.

Si me dijeran: pide un deseo,
preferiría un rabo de nube,
que se llevara lo feo
y nos dejara el querube,
un barredor de tristezas,
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.

Silvio Rodríguez













ME QUEDA LA PALABRA


Si he perdido la vida, el tiempo,
todo lo tiré como un anillo al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre,
todo lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los ojos para ver el rostro puro
y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.


Blas de Otero

















DE ALGUNA MANERA

De alguna manera tendré que olvidarte,
por mucho que quiera no es fácil, ya sabes,

me faltan las fuerzas, ha sido muy tarde
y nada más, y nada más, apenas nada más.


Las noches te acercan y enredas el aire,
mis labios se secan e intento besarte.
Qué fría es la cera de un beso de nadie
y nada más, y nada más, apenas nada más.



Las horas de piedra parecen cansarse
y el tiempo se peina con gesto de amante.

De alguna manera tendré que olvidarte
y nada más, y nada más, apenas nada más.


Aute



Tu figura se difumina en mi memoria...











Fotógrafo: Oscar Nóbregas  -  Modelo: Natascha



TE ALEJAS


Te alejas bajo la oscuridad del parque
con paso firme, inalcanzable.
Se diluye tu figura rojiza por calles estrechas
hasta que te traga la noche.

Aturdido, te busco entre luces y semáforos...
Nado sobre el asfalto y acabo hundido en la desolación.
Tu silueta tan sólo es un punto en el horizonte,
 un punto lejano en el abismo de la ciudad.

Te alejas.
Mi corazón cansado no puede seguirte
y se amohína ahogado en soledad.

Me siento desnudo.
Tus brazos y tu pelo ya no me arropan,
no puedo sentir el calor de tu cuerpo
en mitad del otoño sombrío.

Estoy solo.
No encuentro tus ojos azules ni tus besos,
las hadas de tus labios se desdibujan
en mi fría almohada.

Te alejas.
La llama del amor se apaga.


Oscar Nóbregas



















NO TE DESNUDES TODAVÍA


No te desnudes todavía
espera un poco más,
no tengas prisa,
 el tiempo es algo que quedó detrás.

La eternidad es un latido,
un solo corazón,
el tuyo, el mío, abrazados,
en perfecta comunión.

Cuando el deseo estalle
como rompe una flor,
te quitaré el vestido,
te cubriré de amor,
y en la espera, te pediría:
no te desnudes todavía,
no te desnudes todavía, no...

No quiero aún que me descubras
 toda la verdad,
que la verdad no es lo evidente,
sino su mitad.

Quiero mirarte con los ojos 
del amanecer,
como la noche mira al día
que tarda en nacer.

Cuando el deseo estalle
como rompe una flor,
te quitaré el vestido,
te cubriré de amor,
y en la espera, te pediría:
no te desnudes todavía,
no te desnudes todavía, no...


Aute











Fotógrafo: Oscar Nóbregas - Modelo: Natascha







Fotógrafo: Oscar Nóbregas - Modelo: Natascha
















FOTOS ARTÍSTICAS DE
OSCAR NÓBREGAS





Primer premio concurso Magnum:



La ira de Dios








Finalista concurso de fotografía Guadarrama:


























Títulos de las fotos por orden de aparición:

1. Prado en diciembre
2. Árbol desnudo
3. Río Guadarrama helado
4. Puente nevado
5. La torre en invierno





Paisajes que sugieren























































 
. 

































































 





 





























Títulos de las fotos por orden de aparición:


1. Arco iris en Guadarrama
2. Vistas desde la abadía, Mont Saint-Michel
3. Sombras sobre la nieve al atardecer, Guadarrama
4. Ruinas de Recópolis al atardecer
5. Río Piedra abstracto
6. Reflejos sobre el agua, Río Piedra
7. Reflejos plateados, Salinas de Torrevieja
8. Reflejos impresionistas sobre el agua, Río Piedra
9. Reflejos en el río Dulce
10. Reflejos del sol, salinas de Torrevieja
11. Ramas sobre fondo rosado, Cala Macarela
12. Pueblo fantasma, ruinas de Belchite
13. Por encima de las nubes, sobre el Mediterráneo
14. Nenúfares sobre nubes en el río Lobos
15. Dibujos de luz sobre el agua, Menorca
16. Luna llena en el cementerio de Atienza
17. Isla Vedra bajo la bruma
18. Lago del amor, Brujas
19. Hojas de haya a contraluz
20. Gaviota volando sobre el mar, Cala Macarela
21. Cuadro abstracto de sal, salinas de Torrevieja
22. Castillo de Atienza en la noche estrellada
23. Cabo de Formentor al atardecer
24. Lluvia sobre el canal, Brujas
25. Arena tostada, Playa de Caballería
26. Arcos sobre la arena, Playa de las Catedrales
27. Arbusto sobre la nieve, Guadarrama
28. Arbusto sobre fondo marino
29. Árbol siniestro, Hayedo de Montejo
30. Árbol seco, Burgos
31. Abadía del Mont Saint-Michel


*COPYRIGHT FOTOS*
Oscar Nóbregas





 






NOVELAS DE OSCAR NÓBREGAS







Retazos de un bastardo












«Una novela con garra. Un guión apasionante en el que se entrelazan intriga, sensibilidad, imaginación y crítica social. Desde Hermann Hesse, ningún autor había vuelto a profundizar tanto en el sentimiento humano. Sin duda, Retazos de un bastardo es la novela más original de los últimos años.»

Antonio Herrera Casado





Sinopsis





«Cristian recibe en París la noticia de la misteriosa desaparición de su mejor amigo. Regresa a Madrid. En la buhardilla de Víctor encuentra sobre el caballete un lienzo enigmático y unos escritos que probablemente le den la clave para esclarecerlo todo.»

Retazos de un Bastardo es un viaje a través de la mente de un pintor surrealista que decide aislarse del mundo. Nos encontramos ante una novela sumamente original, que muestra un abanico de inquietudes literarias cargadas de sensibilidad e imaginación. Pinceladas poéticas recorren la obra, reflexiva en su conjunto y experimental por momentos, atrapando al lector en un torbellino de sensaciones que le hacen partícipe de las impresiones del protagonista.
  

Prólogo



¿Puede sobrevivir un individuo en una sociedad con la cual no se identifica ni comparte sus reglas más elementales?
Vivimos en un mundo que nos bombardea con infinidad de normas y creencias capaces de llenar nuestras vidas dándole un aparente sentido. Nacemos arrastrando la inercia de todo un engranaje que pretende justificar nuestra existencia de manera absoluta e incuestionable.

Pero, ¿qué sucede cuando un individuo transgrede ese ciclo y se posiciona al otro lado? ¿Qué puede sentir una persona que no tiene ideales concretos y que tampoco aspira a tenerlos? ¿Cómo puede subsistir alguien que se despoja de todo convencionalismo y emprende su camino en solitario? ¿Puede la pieza “defectuosa” de un mecanismo permanecer independiente del resto, sin que al final sea triturada de manera implacable por el engranaje?

 

Capítulo 1
























Cristian no daba crédito a lo que leía. Llevaba tres años sin saber apenas de él, aunque raro era el día en que al menos una fugaz imagen de su rostro no pasaba por sus recuerdos. Desde el jardín de infancia fueron compañeros de pupitre y eran muchas las vivencias que habían tenido en común durante la adolescencia. Varias lágrimas se derramaron por encima de la carta emborronando de tinta algunas palabras. Cristian sostenía entre sus manos aquellas hojas, pero ya le era imposible leer nada. Tenía la vista nublada y sólo podía vislumbrar manchas oscuras sobre el papel mojado. Un torrente de imágenes nostálgicas se agolparon confusas y lejanas…












«Y vosotros, ¿quién decís que soy  yo?»



Fuiste un niño rebelde con causa. Luchaste contra algunas dificultades que la vida te puso en tu camino. A los nueve años ganaste un concurso de redacción en el colegio y eso te hizo sentir bien. No podías imaginar que aquello marcaría tu vida para siempre… Sin apenas esfuerzo, tus pensamientos fluían convirtiéndose en palabras sobre el papel.

A los quince años comenzaste un diario donde vertías inquietudes, deseos, fantasías, frustraciones… Aseguras que los sentimientos cuando encuentran palabras para ser expresados son un bálsamo que reconforta el espíritu.

Amas el arte y la naturaleza sobre todas las cosas. Dentro del arte, la música y la pintura. Dentro de la naturaleza, el mar, la montaña y los bosques. Te fascina el misterio que encierra cada árbol; su sombra generosa, su sosegada quietud y su callada sabiduría… Te emociona esa criatura sagaz e inteligente  a la que llamamos delfín, mucho más noble y admirable que cualquier hombre.

Demian, Siddhartha y El lobo estepario marcaron tu vida para siempre. El enigma que encierra la figura femenina, también… Piensas que las relaciones son tan irracionales como necesarias; que el amor a menudo es un desatino; que puedes amar a una mujer que ama a otro que no la ama a ella… Estás convencido de que el destino juega con nosotros; que no podemos dirigir el viento, tan sólo ajustar nuestras velas.

Vivaldi, Bach, Mozart y Beethoven te parecen la expresión más sublime de lo que puede ser capaz el ser humano. Crees que nadie debería abandonar este mundo sin leer obras como La Odisea, El Buscón, HamletCrimen y Castigo, La Metamorfosis, La Náusea, El Extranjero

Detestas la verborrea pedante de los escritores en las entrevistas. Desprecias la hipocresía como estrategia a seguir en la vida. Lamentas la envidia que sufren algunos a causa de sus propias limitaciones. No entiendes la obsesión compulsiva de la gente con las nuevas tecnologías y piensas que al final se pagará un alto precio por ello.

Albergas una brizna de esperanza en medio de ese torbellino de sinsentidos que rigen la naturaleza del ser humano. Intuyes que la paz y la armonía hay que empezar a buscarla dentro de uno mismo. Deseas que la vida merezca ser vivida por cada individuo de manera digna y como una experiencia única e irrepetible.












Angels of the sea...











Pinceladas que dejan huella









 













Algunas reseñas de la prensa




















































ARTÍCULO DEL ATENEO DE MADRID
Retazos de un Bastardo: entre Kafka y Hermann Hesse






Retazos de un Bastardo inicia de manera brillante la carrera de Oscar Nóbregas, un escritor castellano que ha forjado su obra tras varios años de experiencia en programas radiofónicos dedicados al mundo literario, en los que destaca su maestría para conectar a través de las ondas con la audiencia.

Después de dejar tras de sí numerosas colaboraciones en diversas revistas literarias, Oscar Nóbregas se imbuye de lleno en una novela sin concesiones, en la cual recrea de manera veraz el sentimiento de un artista que cabalga inmerso en su obsesión por el mundo creativo, y las tribulaciones que padece para encontrase a sí mismo dentro de dicho proceso de creación artística.

Retazos de un Bastardo es un viaje a través de la mente de un pintor surrealista que decide aislarse del mundo, tras padecer una profunda crisis existencial. Nos encontramos ante una novela sumamente original, que muestra un abanico de inquietudes literarias cargadas de sensibilidad e imaginación. Pinceladas poéticas recorren la obra, reflexiva en su conjunto y experimental por momentos, atrapando al lector en un torbellino de sensaciones que le hacen partícipe de las impresiones del protagonista.
Con un lenguaje pulcro y certero, y con un argumento sólido y apasionante, la novela nos va dando las claves de un mundo enigmático, que al final se abre en una luminosa jornada de asombros.

Página tras página, la narración nos atrapa recreándonos un ambiente en el cual nos sumergimos, desde el mismo instante en el que Cristian recibe la carta que le comunica la misteriosa desaparición de Víctor, su mejor amigo. En la buhardilla de Víctor, Cristian encuentra sobre el caballete un lienzo enigmático y unos escritos mediante los cuales pretende hallar la clave que le permita esclarecerlo todo.

El lector se identifica de forma inmediata con la figura de Cristian, el cual a su vez revive con expectación los escritos de Víctor, creando de esa manera un triángulo de complicidad que se mantiene durante el transcurso de la novela. Uno tiene la sensación de estar leyendo inmerso en la buhardilla, del mismo modo que Cristian recrea las escenas plasmadas por Víctor, como si fuese él mismo quien las experimentara.
El denso ambiente recreado en la buhardilla de Víctor nos atrapa hasta reencarnarnos en la figura del pintor. Su mente se confunde con nuestra mente y sus propias reflexiones se convierten en las nuestras. Pocas veces antes una novela había indagado tanto en el interior de su protagonista, traspasando barreras cercanas al abismo del subconsciente.

La originalidad del argumento y el suspense creado desde la primera página mantiene expectante al lector, que no deja de sorprenderse con el hilo de la trama, la descripción de paisajes y situaciones, así como el planteamiento de las reflexiones y el innovador estilo literario empleado, que nos hace seguir paso a paso el proceso mental de Víctor. Durante varios pasajes de la novela se utiliza una técnica de puntos suspensivos para dar sensación de espacio-tiempo en el momento de la lectura. Víctor en algunas secuencias permanece tumbado sobre la cama dejando aflorar pensamientos a su mente. Esos puntos espaciados hacen de separación entre cada pensamiento, dando a entender que lo que se lee no transcurre de manera continuada, sino que hay pausas entre una idea y otra.

Por otro lado, la amistad incondicional entre Víctor y Cristian, nos recuerda por momentos al Demian de Hermann Hesse; mientras que el prolongado encierro del pintor en su buhardilla, tiene atisbos de la reclusión sufrida por Gregorio Samsa en La Metamorfosis de Frank Kafka, si bien todo ello enfocado desde una perspectiva actual.

Retazos de un Bastardo es una novela plagada de contrastes, tanto anímicos como estéticos. Víctor refleja a través de la obra, todo un mundo de claroscuros manifestados mediante arrebatos de instinto: desde su entusiasmo para evolucionar en sus creaciones pictóricas, hasta su posterior encierro víctima de una angustiosa crisis vital, donde se nos muestra de manera descarnada los mil perfiles que el artista encierra dentro de su propia personalidad.

Cuando menos se lo espera, el lector pasa de un enclaustramiento tenebroso, al derroche visual de paisajes fantásticos que nos despejan la mente como una bocanada de aire fresco, tras haber sido literalmente vapuleados por una serie de retazos filosóficos, que agitan nuestras conciencias sin tregua alguna. Sin duda nos encontramos ante una novela con garra, fruto de un guión apasionante en el que se entrelazan intriga, sensibilidad, imaginación y crítica social. Oscar Nóbregas describe con maestría el proceso mental de un pintor que sufre las consecuencias de sus propias circunstancias, trasvasando los pensamientos del personaje a la mente del lector de manera visceral.

En un mundo editorial donde prima lo estándar, lo tibio y lo calculado, esta obra por el contrario se desmarca de cualquier tipo de prejuicios, arriesgando en sus planteamientos literarios con nuevas técnicas que hacen de algunos pasajes un auténtico viaje astral.
Retazos de un Bastardo es una novela escrita para gente que sepa mirarse hacia adentro, sin miedo de verse precipitada al abismo de su propias reflexiones. En definitiva, si un libro te hace pensar, te hace sentir, te hace volar y encima mete el dedo en la llaga respecto a todo lo trascendental, no se puede pedir más.

Ateneo de Madrid








…… Ser……






…… o no ser……






















Oscar Nóbregas, escritor





RETAZOS DE UN BASTARDO
Algunos pasajes







Cristian decidió salir de la buhardilla. No soportaba por más tiempo el aire espeso que respiraba. Se le ocurrió continuar la lectura de aquellas hojas otro día; pero algo en su conciencia le dictaba que debía llegar al final sin más dilación, aunque en esos momentos estaba atenazado por la angustia y comenzaba a sentir miedo. Sentía miedo de la lechuza disecada, de las figuras de vudú, de los espectros goyescos pintados sobre la pared, del cuadro blanco con manchas rojas que le observaba desde el caballete. Incluso comenzó a tener miedo del propio Víctor. Los presentimientos acerca de una extraña muerte empezaron a hacerse cada vez más palpables.
De pronto se incorporó bruscamente de la cama, agachó la cabeza y observó el hueco umbrío que había debajo de ella. Por unos instantes sintió pánico al pensar que el cadáver de Víctor pudiese estar allí... Se quedó quieto, con la vista fija en una de las patas de la cama. El miedo se apoderó de su mente con ideas calenturientas. Se imaginó cómo reaccionaría si de allí saliese una mano y le cogiese por el tobillo... De repente sintió crujir algo bajo el somier. Pegó un salto hacia un lado y cayó de espaldas sobre la alfombra persa. Se armó de valor, y con el mechero iluminó la oscuridad que reinaba bajo la cama...... Nada que temer. Allí debajo sólo había un montón de lienzos cubiertos de polvo.
Cristian se dio cuenta de que todas aquellas lecturas estaban consiguiendo provocarle brotes paranoicos. Se levantó de un salto, corrió hasta el lavabo y volvió a lavarse la cara con agua fría. Esta vez le pareció insuficiente. Abrió el grifo a tope y metió la cabeza para mojarse el pelo. Mientras el agua le chorreaba por la nariz y la barbilla se miró al espejo. Acercó el rostro y observó que sus ojeras se habían remarcado desde que estaba dentro de la buhardilla. Empezó a ver en sí mismo rasgos de Víctor; su propia mirada le pareció la de él... Cristian apagó la música melancólica de Albinoni y decidió centrarse en el cometido que le había llevado hasta allí. Le vino la imagen de Eva pidiéndole ayuda mientras se abrazaban y eso le hizo sacar fuerzas de flaqueza. Se sentó en la silla, hincó los codos sobre la mesa y continuó leyendo aquellas hojas que para él ya se habían convertido en una especie de maldición.




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Esa misma noche, tumbados sobre la playa de Frouxeira, observábamos el firmamento estrellado. Cayendo del cielo, empezaron a surgir las eternas preguntas sobre la enigmática existencia del universo. Eran las mismas preguntas que todos nos hemos planteado alguna vez a lo largo de nuestras vidas, aunque las respuestas siempre escapan al entendimiento limitado de la inteligencia humana: antes de la materia, del espacio y del tiempo, ¿qué había?...... ¿Cómo empezó todo?...... ¿Por qué motivo empezó?...... ¿Cuál es el origen?......
Todas estas cuestiones me producían una sensación de vértigo infinito. Pero lo que más me impresionaba no era el hecho de pensar que el universo hubiera surgido por una convulsión fortuita, sino saber que un ente llamado Homo Sapiens, el cual comenzó siendo polvo de estrellas, era capaz de preguntarse el porqué de aquella explosión, cuando sus propias partículas formaron parte de ella.
Intentando contestar estas preguntas, me sentía desbordado por la inmensidad del universo. La magnitud de estos misterios hacía que los conceptos humanos me pareciesen vanos. A menudo cerraba los ojos y veía la Tierra flotando entre galaxias perdida en la infinidad del espacio, diminuta y vulnerable como una mota de polvo... Entonces me preguntaba cómo era posible que en una porción de masa tan insignificante pudiese haber tantos problemas... Lo más desalentador era ser consciente de que en el fondo todo da igual. De la misma forma que una vez surgió vida en la Tierra, en algún momento se desvanecerá para siempre.




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Cristian decidió hacer otra pausa en la lectura y se dirigió a la estantería donde estaban colocadas las cintas de música. Eligió el Réquiem de Mozart y se dispuso a ponerlo en el cassette. De repente escuchó pisadas en la escalera de madera. Detuvo la cinta. Los pasos se acercaban cada vez más a la buhardilla. Sintió que alguien se paraba frente a la puerta. Su corazón se aceleró. Tres golpes secos rompieron el silencio. Cristian permaneció estático sin atreverse a respirar. Le vino a la mente el retazo de Víctor donde escribió que alguien había golpeado tres veces en la puerta de la buhardilla. Por un momento creyó revivir la escena como si él mismo fuera Víctor. Pero esa extraña reencarnación se desvaneció, cuando la persona que estaba allí afuera metió la llave en la cerradura. Quienquiera que fuese iba a encontrarle allí metido, rodeado de aquel lúgubre ambiente.
Forcejearon un buen rato pero no lograban abrir. El corazón se le salía del pecho. Tuvo el presentimiento de que era Víctor el que estaba al otro lado de la puerta. Probablemente no podía entrar porque la cerradura estaba viciada. Cristian pensó que sería un desatino dejarle marcharse. Después de tantas horas allí metido era una necedad permitir que su amigo se diera la vuelta y se fuese sin más. Sin embargo no movió ni un solo dedo. Mientras seguían forcejeando, imaginó la puerta abriéndose y tras ella a Víctor. Se vio fundiéndose con él en un abrazo desbordados por la emoción.
De pronto cesaron de forcejear. Tras unos segundos silenciosos se oyó el ruido de un papel deslizándose bajo el resquicio de la puerta. De nuevo se oyeron pasos. Esta vez bajaban la escalera. Cristian se acercó tembloroso hasta la entrada y comprobó que había un sobre negro en el suelo. Rápidamente lo abrió. Su interior contenía una hoja negra de papel de arroz. Desdobló expectante la hoja y pudo contemplar unos signos dibujados de color rojo intenso. Cristian giró el cuello en dirección al techo: eran exactamente los mismos símbolos cabalísticos que Víctor había pintado... Tragó saliva. No sabía qué hacer con aquel dibujo. Por fin se dirigió hacia el estante y cogió el Libro de Esoterismo, dispuesto a guardar allí aquel tétrico sobre negro. Sentado sobre la cama, Cristian abrió el libro al azar. Se quedó paralizado. Notaba que se le helaba la sangre. Había abierto las hojas por uno de los capítulos que hacían referencia a las cábalas. Allí estaban dibujados los mismos símbolos que se hallaban en el sobre... Creyó enloquecer. Por unos instantes pensó en bajar a toda prisa las escaleras para ver quién había dejado aquel misterioso dibujo, pero una fuerza invisible le impidió salir de la buhardilla... Permaneció tumbado sobre la cama, incapaz de moverse durante unos minutos. Después se levantó con una extraña sensación. A pesar de hallarse excitado, notaba que sus pulsaciones eran lentas... Volvió a dejar el Libro de Esoterismo en el estante. Cristian suspiró hondo, puso la cinta de música en marcha, fue a la cocina, rebuscó entre las infusiones y se preparó una tila bien cargada. Tras una pausa de media hora se encendió el último cigarro y reanudó la lectura.










































Angels of the deep...










Carta de una lectora
 



¡Oscar enhorabuena por tu novela!

Tu libro son “Retazos que dejan huella”. Tiene arte en la palabra y en la forma. Arte por dentro y por fuera. Arte de principio a fin. Leas por donde leas te engancha, te atrapa en su belleza. Ahora mismo puede haber alguien leyéndolo y le estás haciendo sentir. Unos querrán una amistad como la de Cristian, o estar en esos paisajes, o quizás ver a Lucía bailar. Y a mí... me gustaría ser Ivonne para encontrarme con Víctor, para ver su buhardilla, para perderme con él en un largo viaje y... no volver...
Supongo que estarás muy satisfecho de tu libro, tan imaginativo y a la vez tan real. Espero también que estés orgulloso de acercar a la gente a la cultura. Tú que puedes llevar a los lectores a esos mundos fantásticos, hacer disfrutar, llorar, provocar con la palabra, contagiarles tu sensibilidad.
A lo mejor te parece que exagero, pero es que tu novela me ha llegado muy dentro. Has hecho algo grande: crear “Retazos de un bastardo”. Es suave de leer pero agitas conciencias, llegando hasta el fondo del alma. Así que gracias por dejarme huella y... por hacerme.................. soñar ................................

Sigue escribiendo, tienes mucho que decir al mundo.

María Avedepaso




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Otras opiniones



Las primeras páginas de la novela de Oscar Nóbregas “Retazos de un bastardo” te absorben hasta el punto de no poder soltar el libro. Cuando Cristian entra en la buhardilla a buscar a su amigo Víctor, el ambiente recargado que se encuentra dentro es flipante. Lo cierto es que todo en este libro es súper interesante. Desde la primera a la última página, estás deseando saber sobre el paradero de Víctor.

Atenea




Retazos de un bastardo es una historia que engancha, un libro con conciencia.
Amistad, desamor, paranoia y miserias de este mundo que hemos creado y que puede llegar a devorarnos.
Para leer de un tirón y hasta las tantas...

Ángela Antón Martín






Acabo de devorar Retazos de un bastardo. He viajado con Cristian y Víctor por los pasajes oscuros y tenebrosos... También he alucinado con Lucia y con Ivonne. He disfrutado mucho con la forma de escribir del autor; sobre todo, los puntos suspensivos que dan a la lectura ese toque tan particular.

La historia que cuenta y la música que lleva dentro, es algo que me sedujo desde el primer momento. 
Lo de la pipa de cannabis también es un punto. Describe un colocón que coloca... Me ha hecho recordar los primeros petas en la playa, con aquellos cielos preñados de estrellas encima de nuestras cabezas de adolescentes.


Pedro Ortega Gutiérrez







Me costó un poco empezar a leerlo, pero una vez que lo empecé no pude parar hasta terminarlo.
Es un libro que por momentos me asfixiaba y me hacía sentir la culpa y el desespero de Víctor.
Me quedaron algunas dudas, sobre todo en lo referente a la Cábala.
En síntesis me gustó mucho.

Elidanora





Lo que más me gusta del libro es todo el proceso que vive el chaval, lo que siente. Creo que en realidad lo más bonito es, una vez que has terminado el libro, ver como si hoy dijeras: "voy a vivir con todos los sentidos desde ahora, sea como sea, hasta donde llegue". Tu vida sería así de intensa, de especial. La paz es ese momento tras momento. Por ejemplo, sus reflexiones cuando decide encerrarse en la buhardilla, dejándose llevar para conocerse, para recordarla a ella, todo lo que fue. Su conversación con el anciano que se encontró en la calle... Su viaje a Cantabria y su relación con la chica... 

No sé, es que no es tanto la parte, más bien el todo. Hasta su muerte es el símbolo supremo de la sinceridad hacia uno mismo. En definitiva, coge a una persona y muéstrala como el animal que es, con un alma y la debilidad de quien aún la respeta sobre cualquier fría razón, y ahí está el "bastardo".

Sobre la forma de escribir, lo que más me gustó fue el diario; retazos puros. 
Hay mucho más que decir, pero bueno, ahí queda.

Jarkoe





Un comentario que suscita

“Esta noche no he querido que la luna me visite, dándole la espalda... Y de pronto me sorprendo disfrutando de mi reflejo en unas páginas; páginas de otro que consigue, sin saberlo, que disfrute con discursos que en su día pronuncié.
No. Hoy no he querido sentirme iluminada por la luna. Pero he gozado andando descalza entre la luz propia de estas páginas.”

Gabi Exeni






Un sueño que intriga

¡Hola Oscar!

Hacía tiempo que no recibía un e-mail tan bonito.
Yo soñé una vez con los personajes de tu libro, así que tendríamos que abrir un debate sobre quién es un sueño aquí…
Te cuento:
Víctor salía con Ivonne y Cristian con Lucía. Yo estoy sentada en una playa de Baleares mirándoles, pero ellos iban paseando por París. Víctor le toca el pelo a Ivonne y después me fijo en que él tiene la mano manchada de pintura amarilla. Me levanto y me alejo, volviendo la cabeza de vez en cuando, y una de las veces veo que la calle de París está metida en un cuadrado. Me sigo alejando hasta que me doy cuenta de que están pintados en un lienzo. Ya no me acuerdo de más, sólo que cuando desperté, tenía tu libro entre mis manos.

María Avedepaso





La otra cara de la moneda


 
Me parece una novela muy depresiva, triste, agobiante... Cuando está alucinando sobran todas esa palabras sin ton ni son.
Sería gratificante algo más vital, más dinámico. No se mueve apenas; se recrea en exceso con sus desgracias y su impotencia para salir adelante…

Pero un "ole" por los conocimientos de pintura, de Formentera, y la costa gallega. He disfrutado un montón con esa parte. Me encanta la pintura y todo lo relacionado con el arte (pinto a veces) y coincido mucho con algunas frases.

Cristina Soria


**************


No sé si clasificar este libro de genial o de una auténtica ida de olla. Me quedo más con lo segundo, aunque la novela tiene tramos interesantes.
Literarios 005






  

 



…… El mar es una palabra vacía y sin horizonte……




Mar Mediterráneo: el ombligo del mundo...





Dejando fluir los pensamientos...






Quizás porque mi niñez sigue jugando en tus playas... 








Algo de ese niño aún vive dentro de mí...




Cala del Palangre con velero


  
  




  
















Leyendo a Voltaire





"Si Dios no existiera, habría que inventarlo." François Voltaire






¿Hay algo más bonito que ese color de mar?






Cala Macarela: el paraíso en la Tierra...







Isla Vedra














... All You Need is Love...






 
  



……Somos parte del Universo……
……Somos polvo de estrellas……








En 1990, cuando la sonda Voyager en su viaje hacia el exterior del sistema solar se encontraba a 6.000 millones de kilómetros de la Tierra, tomó la imagen más lejana que hayamos visto de nuestro mundo.
En ella aparecía la Tierra como un punto casi imperceptible...



























Entre cientos de millones de galaxias, existe un ser que se llama a sí mismo Homo Sapiens. Habita un planeta insignificante para el Universo llamado Gaia.
El Homo Sapiens es un ser plagado de claroscuros, capaz de lo mejor y de lo peor...













Atardecer mágico en Asturias...


Oscar Nóbregas







Las cuatro estaciones de Vivaldi justifican la existencia...












SEGUNDA NOVELA DE OSCAR NÓBREGAS






Efluvios Metafísicos

Un estudio sobre sexo, droga y Rock and Roll












Cuando has vendido tu alma al Rock and Roll, un punteo de Hendrix o una canción de los Beatles dan más sentido a tu vida que cualquier otra cosa que pueda haber en el mundo.”


Oscar Nóbregas
  



«To be a rock and not to roll...»


















  










































Oscar Nóbregas en Londres










PRÓLOGO

Hace algún tiempo, me encontré por la calle con un antiguo compañero de clase. Tuve que pasar a pocos metros de él para poder reconocerle; de hecho no le reconocí, porque fue él mismo quien me saludó. Me llevé una sorpresa mayúscula, pues estaba totalmente cambiado. Recuerdo que antaño era un tipo fresco, cachondo, incluso un tanto bronquista, por qué no decirlo. Sin embargo, lo que tenía delante de mí era un individuo vestido con traje y corbata, barrigudo, y con la barba bien cuidada. Iba todo puesto, con su mujer cogida del brazo… Tengo que confesar que me quedé helado. A cualquiera que no nos conociese, le hubiera costado creer que fuimos de la misma hornada.
Decidimos ir a tomar un café, para charlar un rato sobre cómo nos iban las cosas. Me contó que trabajaba en una empresa y que tenía a su cargo no sé cuántos empleados. Su dedicación era total, ya que había adquirido una responsabilidad enorme en el negocio. Por lo visto estaba muy cotizado en su gremio y percibía anualmente unos ingresos considerables. Mientras me contaba todo esto, yo miraba de reojo a su mujer, pensando que ella no podía ni imaginarse las borracheras que nos habíamos cogido juntos, años atrás...
Parece ser que ahora dedicaba el poco tiempo de ocio que tenía a jugar al golf, y a ir a esas reuniones de matrimonios en algún club social, donde se suele acabar hablando de La Bolsa o de cualquier inversión financiera. Comentó que ya no le interesaba la música en absoluto, cosa que francamente me chocó, porque yo le había visto darse cabezazos contra el techo de un Seat 124 oyendo el Smoke On The Water de Deep Purple, e incluso quedarse medio desnudo en una fiesta bailando el Sex Machine de James Brown...
 
Al poco rato de intercambiar impresiones, me percaté de que mi ex compañero ya no sabía divertirse ni bromear como antaño; eso iba totalmente en contra de su imagen actual. Ahora era un hombre de negocios respetable y no sería ético bromear con los amigos delante de su mujer... Lo cierto es que se mostró muy amable conmigo en todo momento; incluso se negó a que yo pagase los cafés, cosa que hizo él, dejando una más que generosa propina al camarero.
He de reconocer, que aquel encuentro con mi ex compañero me decepcionó; sus tesituras me parecieron tan falsas como vacuas. Se había creado un rol del cual ya le era imposible salir. Estaba completamente zafado en responsabilidades mundanas, y no pensaba en otra cosa que no fuera el negocio. Su única obsesión era medrar sin ningún tipo de límites.
 
Al regresar a casa pensativo, me cuestioné si compensaba perder esa frescura, esa espontaneidad, esa alegría de vivir, en pos de un cualitativo status social. Al cabo de un rato, llegué a la conclusión de que no merecía la pena tomarse la vida tan en serio, y que había que utilizar el trabajo como un medio de vida, no como un fin lucrativo.
Me di cuenta de que ese tipo de vida circunspecta no la quería para mí, y que prefería seguir riendo con los amigos tomando unas cañas; quería seguir oyendo a Pat Metheny, charlando de Jazz en vez de finanzas.
Sinceramente, creo que eso de sentar la cabeza es morir un poco… Queramos o no, la propia inercia de la vida nos va a hacer envejecer de manera irremisible; entonces, ¿por qué precipitarse?
 
En Efluvios Metafísicos Oscar Nóbregas deja plasmado el espíritu de una etapa de nuestra vida, de la cual no se puede ni se debe renegar. Es esa etapa intermedia que va de la adolescencia a la madurez; una etapa que, en contra de lo que mucha gente piensa, no se trata de superarla, sino de vivirla tal y como nos viene, sin necesidad de tener que expiarla en el futuro mediante actitudes juiciosas. Este prólogo, bien podría quedar resumido en aquella famosa frase: «No dejes que te destruyan, dinero, piso y reputación.»
 
Respecto a la obra, decir que pocas veces tiene uno la oportunidad de hallarse frente a un libro que, página tras página, sea capaz de arrancarte una sonrisa, e incluso de vez en cuando una sonora carcajada. Si en Retazos de un Bastardo Oscar Nóbregas nos hacía viajar por un túnel de sentimientos mecidos bajo un ambiente poético, en Efluvios Metafísicos el autor cambia el tono de manera sorprendente, dominando el lenguaje urbano con un dinamismo y un ingenio, propio tan sólo de los grandes maestros.
Por otro lado, cabe destacar la singular estructura de la obra y el trabajo de documentación. El que tenga interés por saber quién es quién respecto a los artistas musicales más relevantes del siglo XX —tanto en Rock, Blues, Jazz, Folk o New Age—, no va a encontrar una guía mejor que Efluvios Metafísicos para ponerse al corriente de lo que fueron aquellos palpitantes años. Debo reseñar que al leer este libro, se agradece el hecho de poder imbuirte en una época en la cual todavía no estábamos invadidos por términos tales como teléfono móvil o Internet; avances que han vuelto más cómoda nuestra vida al precio de cuadricularnos la mente. Es posible que algunos me tachen de sentimental, pero tengo que decir a todos los que se identifiquen con la era del mp3, que nunca sabrán lo que se sentía cuando con la paga de varias semanas, comprabas tu vinilo y lo sacabas de la funda para pincharlo en el tocadiscos. Ese gesto ya se perdió hace mucho en la noche de los tiempos... Ahora nos hemos convertido en niños mimados con todos los avances tecnológicos a nuestro alcance, pero sin esa ilusión espontánea de valorar las cosas. 
En cuanto al estilo de la obra, me parece que Efluvios Metafísicos es una creación del todo inclasificable, aunque sumamente original. ¿Narración? ¿Teatro? ¿Humor? ¿Ensayo? Este libro tiene todo eso y mucho más. Aderezado con innumerables anécdotas y sorprendentes escenas de sexo, Efluvios Metafísicos desborda al lector con un ritmo endiablado, a veces quevedesco, en ocasiones cervantino, pero siempre ameno y divertido. Detrás de cada diálogo nos hallamos frente a un guiño perspicaz, que no por ser humorístico carece de profundidad, sino más bien todo lo contrario. Las sentencias filosóficas que salpican la obra, caen sobre nuestra conciencia como losas de mármol…
 
Supongo que hay dos clases de tipos: el que cuando camina por la calle va calculando los números de su cuenta bancaria, y el que va dibujando en su mente unas notas musicales. Si eres de los primeros, te disuado de pasar una sola página más; si eres del resto, te invito a leer este libro hasta el final.


Iván Smiélkov
































































   












































 


























The lunatic is in my head…

  



 
  





  








  
  




   






I see you in the dark side of the moon…




  





AGRADECIMIENTOS

A los Beatles, Pink Floyd y Led Zeppelin, por lo mucho que les debo; a Les Paul, Fender y Rickenbacker, por lo que les debemos todos. A Barry Godber, por la maravillosa creación de la portada. A Radio 3, por haber sido punto de referencia musical para muchas generaciones. Al vino embocado de Valdemorillo, por darme chispa en los días faltos de inspiración. A mi espalda, por las largas madrugadas de tortura que tuvo que soportar durante más de dos años. Y por supuesto, a toda la Peña del Trapicheo, ya que sin su colaboración, este libro probablemente nunca se hubiese realizado.

Oscar Nóbregas


APROBACIÓN

Por comisión del señor Gutierre de Cetina, Vicario General desta villa de Madrid, corte de Su Majestad, he visto este libro Efluvios Metafísicos, por Oscar Nóbregas, y no hallo en él cosa indigna de un cristiano celo ni que disuene de la decencia debida al buen ejemplo y a las virtudes morales: antes mucha erudición y aprovechamiento.

En Madrid, a veinte y un días del mes de octubre de 2009.

Licenciado Márquez Torres




Por comisión y mandado de los señores del Consejo, he visto Efluvios Metafísicos, por Oscar Nóbregas, y no contiene cosa contra nuestra Santa Fe Católica ni buenas costumbres: antes muchas de honesta recreación y apacible divertimiento, mezclando las veras a las burlas, lo dulce a lo provechoso y lo moral a lo faceto.

En Madrid, a veinte y cinco días del mes de octubre de 2009.

Joseph de Valdivieso



Por cuanto por parte de vos, Oscar Nóbregas, nos fue fecha relación que habíades compuesto un libro intitulado Efluvios Metafísicos, el cual os había costado mucho trabajo y era muy útil y provechoso, y nos pedistes y suplicastes os mandásemos dar licencia y facultad para le poder imprimir, y previlegio por el tiempo que fuésemos servidos, o como la vuestra merced fuese, lo cual visto por los del nuestro Consejo, por cuanto en el dicho libro se hicieron las diligencias que la premática últimamente por nos fecha sobre la impresión de los libros dispone, fue acordado que debíamos mandar esta nuestra cédula para vos, en la dicha razón, y nos tuvímoslo por bien. Por lo cual, por os hacer bien y merced, os damos licencia y facultad para que vos podáis imprimir el dicho libro intitulado Efluvios Metafísicos, que de suso se hace mención en todos estos nuestros reinos de Castilla; so pena que la persona o personas que sin tener vuestro permiso lo imprimiere o vendiere, por el mesmo caso pierda la impresión que hiciere, con los moldes y aparejos della, y más incurra en pena de cincuenta mil maravedís.

Fecha en Madrid, a treinta y un días del mes de octubre de 2009.

YO, EL REY.

  
CITAS

«Yo no recuerdo haber dormido nunca en la década de los sesenta. No se podía perder la noche cuando Los Beatles habían inventado el día y el arco iris. Nosotros confundíamos su música con nuestra juventud, y entre todos hacíamos avanzar el siglo. Fueron una creación colectiva. Los Beatles éramos todos.»

Francisco Umbral




«Pink Floyd es un estado mental; Led Zeppelin, un subidón de adrenalina; los Beatles, la alegría de vivir.»

Okumy Kashmir



«La persona que sabe reírse de sí misma, demuestra una señal inconfundible de sabiduría.»

Iván Smiélkov




ADVERTENCIA

Muchas de las anécdotas aquí narradas son totalmente verídicas, o en su defecto, están basadas en hechos reales.

He creído oportuno cambiar algunos nombres, fechas y lugares, para respetar así la verdadera identidad de los personajes.

Oscar Nóbregas
























































 




























Oscar Nóbregas
Con mi amigo John en Liverpool























 Kabúlete: uno de los personajes principales









INTRODUCCIÓN

Acabo de entrar por la puerta, con los calzoncillos colgados del cuello y con un pedo de vodka que no me lamo.
Os preguntaréis por qué comienzo a contaros esta historia en tal situación, en vez de pegarme una buena ducha de agua fría y esperar a que se diluya la resaca. La razón es muy sencilla, aunque puede que en un principio no lo entendáis bien del todo. Hace un momento, antes de llegar a casa, he estado charlando con un buen amigo acerca de este libro al cual me dispongo a dar vida propia. En medio de la borrachera, me he apostado con él una ración de angulas, a que empezaría el libro por el final y lo acabaría por el principio...
La verdad sea dicha, me estoy dando cuenta de que he sido demasiado osado con tal apuesta, porque, francamente, no me encuentro en la disposición más óptima para contaros nada, ni por el principio, ni por el final, ni por el medio; pero bueno, con un poco de voluntad por mi parte y con mucha paciencia por la vuestra, voy a intentar que podamos llegar todos hasta la última página, sin que nadie se quede a mitad del camino. ¿Estáis preparados? Pues ahí va:

 Ésta es la historia de un singular grupo de amigos, conocidos en el barrio de Malasaña como la Peña del Trapicheo.
Para poder escribir lo que a continuación os voy a contar con pelos y señales, he tenido que estar saliendo con ellos de forma ininterrumpida durante once meses; quizá los once meses más alucinantes de toda mi vida...
Fueron necesarios para llevar a cabo este proyecto:

 2.380 litros de cerveza rubia, 753 litros de cerveza negra, 1.567 litros de calimocho, 974 litros de whisky, 893 litros 20 de vodka, 616 litros de ron, 325 litros de ginebra, 2.800 paquetes de tabaco rubio, 400 paquetes de tabaco negro, y una cantidad ingente de sustancias prohibidas, que me abstengo de poner aquí como medida de precaución...

Para documentarme en el terreno musical, tuve que ahondar en las biografías de los más relevantes grupos y artistas de Rock, Pop, Jazz, Blues, Folk, etc, etc. Ante la imposibilidad material de poder nombrarlos a todos de forma explayada en un espacio tan reducido, pido disculpas si me he dejado algo importante en el tintero.

Ciertamente, la etimología de la palabra trapicheo es de ascendencia harto dudosa, aunque, los más enrevesados, apuntan hacia la posibilidad de que su origen esté ligado al miembro viril masculino. Permitidme que me mantenga al margen de esta perspicaz apreciación popular. Yo me limito a hechos constatados, y el hecho es que esta gente trapichea con droga, trapichea con mujeres, trapichea con el asfalto, trapichea con el trapicheo; en definitiva, trapichea con todo lo que se les ponga a tiro de piedra. Uno de los lemas que define perfectamente su idiosincrasia, es éste: Lo que puedas hacer hoy, déjalo para mañana…
Bien, pues aquí los tenéis: son Mario, Edy, Pelopincho, Janito, Kabezobuey, Seta, Druida, Sopas, Ziggi, Momia, Puna, Chumbo, Ricky, Angus y Okumy. La mayoría se conocieron en el Instituto hace ya unos años, y fruto de ese nexo surgió una irresistible atracción entre todos... Se puede decir, que esta amistad colectiva fue lo más aleccionador que pudieron sacar del Instituto, ya que por lo demás, ninguno dio un solo palo al agua. Os lo podéis suponer: la mitad de ellos catearon todos los cursos. El Sopas hasta repitió tres veces el mismo, con lo cual le hicieron miembro honorario de la clase, debido a su rancia antigüedad. De la otra mitad, os diré que fueron aprobando a base de chuletas y pequeños presentes sin importancia; ya sabéis, pura diplomacia. Los más modestos, regalaban a los profesores alguna pluma de escribir o una caja de puros barata. Los más pudientes de la Peña, hacían obsequios que podrían calificarse de excelsos y rimbombantes. Sin ir más lejos, os diré que Kabezobuey le regaló una pata de Jabugo a don Cosme, para asegurarse el aprobado final en COU. ¡Pragmático que es el chico! Y es que vale más un jamón, que mil reverencias...


Dicen que donde realmente se cuajó la Peña del Trapicheo, fue en un viaje de fin de curso a Marruecos. Todos sin excepción recuerdan aquellos días con cariño; no en vano, fue allí donde se agarraron su primer gran pedo. Y es que, todo hay que decirlo, son una panda de dipsomaníacos incorregibles. Para que os hagáis una ligera idea de lo que sucedió por tierras magrebíes, os voy a contar cómo iniciaron el viaje: resulta que en Málaga habían comprado dos arrobas de vino, con la intención de hacer más amena su estancia en Marruecos. Pero al intentar cruzar la aduana, se encontraron con el problema de que no podían pasar las arrobas a territorio marroquí. Ya sabéis que los musulmanes tienen rigurosamente prohibido el consumo de alcohol (y no saben lo que se pierden). Por más que intentaron convencer a los agentes de que era para consumo propio, se negaron a dejarles introducir las arrobas de vino. A todo esto, en medio de la discusión, se estaba formando una cola impresionante detrás de ellos. Ante lo apremiante de la situación, no les quedó otro remedio: la Peña del Trapicheo, ni corta ni perezosa, se pimpló las dos arrobas de vino en menos que canta un gallo, y seguidamente cruzaron la frontera ante la perplejidad de las autoridades marroquíes......
Bien, ¿y qué más podría deciros de todos ellos? La Peña del Trapicheo son seres urbanos, pero no hijos del futuro, como reza aquella famosa copla rockera. Pasan del futuro a tope. Para ellos el futuro es sólo una hipótesis probable pero lejana; algo que aún está por ver, y ellos sólo ven lo que ven y beben lo que beben (que es mucho, por cierto). Saben que la juventud ahora lo tiene crudo con el paro, la vivienda y el medio ambiente; esa trilogía endémica de la ciudad. Ellos piensan que la mayoría de los políticos van a lo de siempre: a chupar del bote y a llevárselo hasta que les dure el chollo, movidos siempre por la ambición de poder, no por el sacrificio y la entrega a los ciudadanos. Para ellos la política es sinónimo de prevaricación. Ya se sabe: los que mandan son siempre los mismos perros, pero con distinto collar.
Todos son apóstatas convencidos, y si fueran famosos, seguro que estarían excomulgados. No es que sean ateos, no. Ninguno niega la existencia de Dios; simplemente todos afirman que no existe. Y hablando de existencia, se puede decir que la Peña del Trapicheo tiene un padre en común: son hijos del Ogino. Nadie les esperaba, pero parece ser que ninguno de ellos se quiso perder esta movida de existir...
A simple vista, da la impresión de que su manera de ser raya lo caótico, y es que todos están completamente de acuerdo con Voltaire: no se puede ir de Memnon por la vida. Creen que es una locura intentar ser demasiado cuerdo y sensato.
 
Os tengo que confesar una cosa: nunca antes vi un grupo de amigos tan ecléctico y a la vez tan unido; creo que un caso como éste se da entre un millón. No es raro que os los tropecéis alguna vez por algún rincón de Madrid. Los podéis encontrar cualquier sábado por la noche en Malasaña, Chueca, Lavapiés, Argüelles, Huertas, La Latina, etc. Suelen ir a esa clase de garitos donde siempre se sale con pitido en los oídos y con la ropa oliendo a humo de tabaco. De hecho, allá por donde pasa la Peña del Trapicheo, va dejando un rastro de olor a hierba...
Alguien me dijo una vez, que la Peña del Trapicheo tenía que haber nacido en Síbaris o en Gomorra. Desde luego, no andaba descaminado en su apreciación; y es que ellos siempre se han tomado la vida muy seriamente a cachondeo...
Donde haya movida, donde haya marcha, donde haya un buen concierto, allí estará la Peña del Trapicheo pateándose el asfalto de Madrid; esa ciudad que abre sus brazos a todo aquel que quiera refugiarse en los laberintos de sus calles; esa ciudad extrovertida y hospitalaria en la cual nadie se siente extranjero, hasta el punto de que los mismos madrileños pueden parecer más extraños que los propios forasteros. Madrid, esa ciudad tan insufrible, tan increíble, tan abominable; esa ciudad tan caótica, tan insomne, tan versátil, tan palpitante; esa ciudad que siempre vive pero que nunca deja vivir. Madrid, esa ciudad de grandes multitudes y de grandes soledades. Madrid, esa ciudad de todos y de nadie.


El triángulo sagrado de la Peña del Trapicheo, ya os lo podéis imaginar: sexo, droga y Rock and Roll; y precisamente en esos tres temas se van a centrar los diálogos de este libro. Quiero que quede bien claro, que todo el mérito de esta obra les atañe a ellos. Yo sólo me he limitado a recopilar aquí algunos fragmentos de sus conversaciones.
Salvo alguna que otra licencia literaria, lo he reflejado todo tal como es: directo y sin tapujos; porque quiero mostraros algo veraz, algo que está ahí en la calle cada día, entre la juventud; algo que no se oye en la Radio ni se ve en Televisión, y, que yo sepa hasta ahora, nunca ha sido tratado de esta manera en un libro.

Me he tomado la libertad de seleccionar el elenco de diálogos según mi humilde criterio, desechando, no sin pena, ciertas conversaciones que en alguna ocasión pecaban de ininteligibles —debido al grado etílico de los protagonistas— y en otras de subversivas. Espero que sepáis hacer alarde de tolerancia y comprensión conmigo. Aun así podéis estar tranquilos, porque la muestra de conversaciones aquí recogida es sumamente interesante, y verifica con claridad absoluta el perfil de esta tribu urbana. Es más, permitidme que me jacte con todos los respetos, asegurándoos que no habrá ni una sola página en la que no os sorprendáis con las movidas de la Peña del Trapicheo. Yo, por mi parte, debo manifestar que más de una vez he admirado con cierta envidia, esas ideas extravagantes, esos efluvios filosóficos, casi metafísicos, que emanan sin cesar de sus mentes alucinógenas...
Creo que el testimonio aquí plasmado en forma de diálogos, será suficiente para acercaros un poco más a esta grey, que representa un extracto social único en la ciudad que nos contempla. Puede que con el tiempo las páginas que sostienes entre tus manos se conviertan en un valioso documento escrito, de lo que cierta vez fue una parte de la juventud española a finales del siglo XX. Yo por lo menos así lo espero (verba volant, scripta manent).
 

A todo esto, más de uno se preguntará quién soy yo. Perdonad por esta tremenda falta de respeto hacia vosotros al mantener mi anonimato; aunque, tampoco quisiera aburriros demasiado contándoos mi vida. Tan sólo os diré, que me asomé por aquí cuando cuatro tipos con flequillo empezaban a cantar cosas tan refrescantes como She Loves You o Tell Me Why. Me pareció un buen momento para nacer, y decidí subirme a la rueda. El resto de mi vida fue una continuación de todo aquello, y así, hasta hoy...
Bueno, creo que ya está bien de preámbulos. Ahora os invito a salir durante todo un día con esta peña. Os aseguro que son buena gente —yo les he llegado a coger estima, lo debo confesar—. Un poco escépticos, un tanto nihilistas, no lo niego; pero se toman la vida con buen humor, y eso es algo que no todos sabemos hacer.
Un consejo: si vais leyendo esto con una cerveza en la mano y escuchando un buen Rock and Roll, mejor que mejor.












  





















  













  
















  
  














 









  



 




































































































































  
  










































































  

 









































































































































 





























 



























































































Resultado de imagen de eddie vedder














































Chris Cornell - In memoriam


20 -7-1964 / 18-5-2017


















Say hello to heaven...


































 ...... Hallelujah......






























































































































































































































  




































































































































































































































































 


  



   
















  





 
























  































































  



































































































































































Para la libertad sangro, lucho, pervivo.


Porque soy como el árbol talado, que retoño: 
porque aún tengo la vida.


















































Y la luna me contestaba:
Para amar hay que sufrir...





Sigue luchando y podrás lograr 
al fin tu ser.






















¿Por qué están haciendo llorar al poeta...?






Nunca niegues estar en lo cierto. 
Cree en ti.





Bloque en directo
























  







 






















   






























































































 




















































































































































































Confusion: will be my epitaph...




















Pink Floyd en la noche...





Oscar Nóbregas 



















Mi paraíso privado...












Mi altar...






Postales y entradas






Jimi y Led Zep






Entradas conciertos






Fotos, pósters y vinilos













El grupo que cambió el mundo...











 





 El regreso a los bosques es la solución...


  Oscar Nóbregas





Oscar Nóbregas





Oscar Nóbregas
Un rincón secreto...




Oscar Nóbregas
Lekeitio



Oscar Nóbregas
Silos




Oscar Nóbregas
Ribadelago



Oscar Nóbregas
Somiedo



Oscar Nóbregas
York



Oscar Nóbregas
Laguna de Peñalara




Oscar Nóbregas
Cima de Peñalara




Oscar Nóbregas
Peñalara























Oscar Nóbregas

Director, locutor y guionista de

 El Bosque Encantado







«Desnúdate... Deja todos tus prejuicios en el lindero del bosque y penetra en la espesura con una sola cosa: tu imaginación... Acompáñanos en nuestra aventura por: El Bosque Encantado».



Escucha aquí El Bosque Encantado:








































Oscar Nóbregas y Paul - Especial Led Zeppelin

































Feria del Libro de Madrid



 
Firmando en la Feria del Libro











 
Feria del Libro del Parque del Retiro























  Si quieres contactar con el autor, escribe a:

oscarnobregas # yahoo.es


 

La televisión es muy educativa. Siempre que alguien la enciende, cojo un libro y me voy a mi cuarto a leer”.

Groucho Marx 
  








 







Caminante, no hay camino, 
se hace camino  al andar...






























"Si Dios no existiera, habría que inventarlo."  François Voltaire





Inventemos un Dios que no juegue con nosotros para su complacencia divina.

Inventemos un Dios que reconozca que el único responsable de haber creado al hombre como es, siempre será él.

Inventemos un Dios que no nos haga sentir culpables por el mero hecho de haber nacido.

Inventemos un Dios que no escoja a un pueblo elegido; que todas las razas sean iguales ante sus ojos.

Inventemos un Dios que no nos eche en cara que su hijo murió en una cruz para salvarnos de pecados que nunca cometimos.

Inventemos un Dios que no nos otorgue el libre albedrío y luego asegure que todo ya está escrito.

Inventemos un Dios que, conociendo el futuro, no deje que todo suceda de manera calculada haciendo fracasar al hombre.

Inventemos un Dios que destierre la maldad y el sufrimiento de la Tierra; que no haga proliferar las guerras.

Inventemos un Dios que no sea cruel, que no haga mártires a niños inocentes, que no nos intente hacer creer que eso tiene sentido.

Inventemos un Dios que no se esconda; que no nos diga que la fe es creer en lo que no se ve, que se muestre ante nosotros.

Inventemos un Dios que no nos atemorice; que elimine el concepto de premio y castigo, que nos haga buenos a todos, que convierta al mundo en un lugar pleno de felicidad.


Oscar Nóbregas










La incomunicación de la comunicación
Abducidos por el móvil




¿Cuál es tu móvil en la vida: 
la vida, o tu móvil?










No te engañes: tú no tienes mil amigos
La gran mentira de Facebook



 Facebook es un mercadillo barato de la amistad

Un escaparate banal de los sentimientos

Una fuente insaciable de ego y vanidad

Un espejismo de la realidad

Un devorador de tu tiempo









La esclavitud del Guasap




Guasap: La nueva esquizofrenia del siglo XXI.

El juguetito adolescente que nos han inculcado como algo necesario en nuestras vidas.

La prótesis de la cual no podrás prescindir durante las 24 horas del día. 

El control absoluto de tu privacidad como ser humano.

La panacea de los celosos enfermizos controladores de sus parejas.

La frivolidad de las palabras llevada hasta el extremo. 

La exigencia de una respuesta en cuestión de segundos.

El sustituto de nuestros sentimientos por emoticonos. 


El rastro donde quedan revelados todos tus movimientos día tras día.

La comunicación virtual que controla y dirige tu vida.














El gobierno quiere sacar la filosofía de las aulas. 

El gobierno no quiere que pensemos.

La ignorancia es un arma del poder.”





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Leed libros alentadores de espíritu, 

que os inciten a ser cada día mejores.


Swett Marden 


















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Pelayo, héroe de La Reconquista

Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida; ésos son los imprescindibles.

Bertolt Bretch


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“Si me muero, que me muera
con la cabeza bien alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.”


Miguel Hernández



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“Yo no sé lo que es el destino,
caminando fui lo que fui,
allá Dios, que será divino,
yo me muero como viví.
yo me muero como viví.


Silvio Rodríguez



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“Sólo morir permanece
como la más inmutable razón,
vivir es un accidente,
un ejercicio de gozo y dolor.


Luis Eduardo Aute



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Azul


Juliette Binoche

“No más posesiones, ni recuerdos, ni amores, ni amigos, ni ataduras. No son más que trampas.




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“Alguien en quien hoy confías a ciegas, algún día te decepcionará. Éste es uno de los aprendizajes más desalentadores de la vida. Pero hay que estar preparado para ello, porque, antes o después, un desengaño así llegará, y duele en lo más profundo del alma.

En el lecho de muerte - Oscar Nóbregas


“La amistad es como una porcelana. Por mucho que la cuides durante años, basta un solo golpe para que se haga añicos.

Oscar Nóbregas



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“Las únicas personas con las que me interesa encontrarme son los que han sufrido, los que saben lo que es la belleza, y los que saben lo que es el dolor. Nadie más me interesa.

Oscar Wilde


















Oscar Nóbregas

“Me lancé a la vida entre los paisajes de Gredos rodeado de cumbres nevadas. Sé lo que es sentir la existencia en toda su intensidad.
He navegado por mil mares contracorriente, pero ya he dejado mi barco a la deriva.
Que el viento me lleve donde le plazca...”



Oscar Nóbregas

¡¡¡Carpe diem!!!
















Somos un paréntesis en mitad de la nada... 











 




FLASHBACKS









Colegio Decroly












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Tempus fugit...



Algunos compañeros de clase regresamos a nuestro antiguo colegio después de tantos años y fue como entrar en el túnel del tiempo... 
Increíble la cantidad de recuerdos revividos en la visita:
Los patios del recreo donde correteamos detrás de una pelota de goma, los gimnasios con sus aparatos de ejercicios, el salón de actos donde vimos tantas representaciones, los mismos dibujos infantiles en los vestíbulos de las plantas... El comedor, las aulas, los pupitres.....

Allí todos aprendimos la base de lo que somos ahora......















Todo en la vida depende del punto de vista 
con el que se miren las cosas...







Oscar y Kathy











Mil agradecimientos para mi gran amiga Kathy, una de las mejores personas que he conocido en toda mi vida.





Y no puedo olvidarme de Cris...




Te debo mucho...















¡Nos vemos, chao!










Este blog está dedicado a Quevedo, la mejor pluma española de todos los tiempos.






El Dinero

¿Quién hace al tuerto galán 
y prudente al sin consejo?
¿Quién al avariento viejo 
le sirve de río Jordán? 
¿Quién hace de piedras pan, 
sin ser el Dios verdadero?
El Dinero.

¿Quién los jueces con pasión, 
sin ser ungüento, hace humanos, 
pues untándolos las manos 
los ablanda el corazón? 
¿Quién gasta su opilación 
con oro y no con acero? El Dinero.


Francisco de Quevedo







El mayor mal de la humanidad






Eres lo que das, no lo que tienes...




Tu alma es todo el universo...













Oscar Nóbregas




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Lee en este enlace el último relato de Oscar Nóbregas, La Reunión Secreta:













Madre, los que no estemos 
para cantarte esta canción,
madre, recuerda que fue por tu amor.








































Siempre estarás en mi corazón









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